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viernes, 30 de marzo de 2018

Reseña de "Carbono alterado" de Richard K. Morgan

Aprovechando la emisión de la serie basada en esta novela, adelanté su lectura y debo decir que no me ha defraudado. Parafraseando a un amigo, se trata de una “novela palomitera” y eso es lo que me esperaba; que me entretuviese. Y lo ha conseguido, incluso me ha dado pie para disquisiciones filosóficas.

Comienza ya mostrando una escena que sabemos que nos va a llevar a otra plagada de acción. La mención a las armas que poseen los protagonistas nos da pistas de que no son una pareja común. Luego se desata el caos. Con este prólogo ya podemos imaginar qué podemos encontrar (Volver de la muerte puede ser duro), pero no creo estar haciendo spoiler porque seguramente todos hemos leído (o visto) algo referente a esta historia. Incluso puede que hayas visto los carteles que plagaron nuestras ciudades con publicidad de la serie. Y ahora empieza la historia que podríamos enlazar con cualquier novela negra de investigadores privados. Takeshi Kovacs podría ser, salvando las distancias, coetáneo de Marlowe o Spade. Tipos duros sin nada que perder que buscan la verdad y que, en el fondo, tienen su vena sensible. He dicho salvando las distancias porque no pueden compararse. Siempre perdería Kovacs, pero no por ello es una mala novela, como ya comenté arriba. Entretenida y en la que no buscas nada más. Es interesante la explicación del autor sobre las fundas y su adaptación a la nueva persona. Pensándolo bien, es aterradora esa posibilidad, sobre todo para la gente menos pudiente.

En cuanto a su ambientación se le ha tildado de copiar a Blade Runner, en especial a la película. Pero en este caso el “replicante” es el que lleva la acción. Humanos mejorados para la lucha. Podríamos también enlazar con el tema del veterano de guerra que ha visto demasiado y tal vez por eso surge ese distanciamiento del resto del mundo y su desprecio tanto por su vida como por la de los demás. Pero no lo suficiente para no hacer buenas obras. Un personaje complejo.

Tal vez en algunos casos las soluciones a situaciones extremas no se resuelvan coherentemente o parezcan surgir de casualidades. Aunque si seguimos viéndolo a través del prisma del entretenimiento, puede pasarse por alto esta circunstancia.

Quizá cuando termine de ver la serie me decida a comparar una y otra. Por el momento solo decir que es una buena novela para disfrutar e incluso pensar en determinados puntos bajo la mirada de la filosofía. Y terminar con una frase de una de las canciones que aparecen en la serie (la original es de Johnny Cash) y que es un buen punto y final para la historia de Takeshi Kovacs: “ain’t no grave can hold my body down” (no hay tumba que pueda contener mi cuerpo).

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